Continuación.

Las noches pasaban y Anthony y yo nos citábamos cada dos viernes para conversar. Un día recibí una nota de el en mi casa.

Mi pequeña Hatsuki:

Temo que nuestros encuentros no podrán continuar, me alegro volver a encontrarnos, pero tu sabes que nuestros destinos son diferentes. Tu y yo somos enemigos por naturaleza. Mejor alejémonos. Siempre te llevare en mi corazón. Sonríe mi dulce Malkavian...

Anthony.

No entendía que estaba pasando, un vació se apodero de mi ser, apreté la nota contra mi pecho, quizá buscando sentir un latido de ese corazón mio que lleva muerto siglos. Gotas de sangre ensuciaban el suelo y mi dolor iba en aumento. No, me niego a perderle. Me limpie las lagrimas y salí en su búsqueda. Corría entre las calles de la ciudad, salí de ella, me adentre en el bosque donde sabia que su manada vivía, el aroma cambio completamente, yo sabia el riesgo que corría al adentrarme a el refugio de una manada de lupinos, pero era tanta mi necesidad de encontrarle que no me importo. Llegue al claro donde nos encontramos esa ultima vez. El estaba sentado, al sentir mi presencia solo sonríe y sin mirarme comenzó a hablar: 

- Pensé que había quedado claro...

- Pensaste mal- le respondí.

- Por que aferrarse a algo que ira mal?- Me pregunto.

- Por que de eso se trata enamorarse - Ni siquiera pensé en la respuesta.

- Hahahahaha No seas incrédula.

- Su respuesta me dejo sin palabras- De que hablas...-

En ese momento sentía acercarse a alguien, su aroma me resultaba familiar... Era la misma chica que la vez pasada, Kaee. Se acerco a el y le dio un beso. Maldición el dolor de nuevo.

- Hahahahaha, así que es tu nueva mascota??- Le dije manteniendo la mirada fría

- Mascota?, Ese eras tu!- Me grito Kaee tomando posición de ataque.

- No me interesa pelear con cachorros- Me burle de ella mientras cerraba mi capa.

- Sera que tienes miedo de perder, al igual que lo perdiste en mis manos.- Sonrió cruelmente.

- Sabemos que no lo perdí- Mostré mi camafeo- Siempre volveremos a encontrarnos

- Como estas segura?- Ella buscaba refugio en sus brazos, el solo me miraba en silencio.

- Son los privilegios de estar predestinados, no es así Anthony?- Le sonreí mostrando mis colmillos.

- El destino es divertido, pequeña.- Me respondió mientras trataba de ocultar sus emociones.

Me gire y alce la mano en forma de despedida, pude escuchar el gruñido de Kaee, poco me intereso seguí avanzando. Esa noche leve a un chico a mi casa, después de fingir que me agradaba su compañía y cuando el vodka ya había cegado su realidad, me acerque a el, le di un dulce beso. Levante su barbilla con mi dedo, lo hice mirarme a los ojos y pronuncie las palabras finales a toda esa obra dramática:

"Tranquilo, pronto todo ya habrá acabado"...

Me alimente de el, dejando que el alcohol inhibiera mis sentidos, haciéndome sentir ebria. Alejándome del cadáver me encerré en mi habitación el sol estaba por salir. Abrazo tu nota, tu camafeo... Ya veremos cuanto tarda el destino en volvernos a juntar... Mi Anthony, mi fiel predestinado.