Términos y condiciones del recuerdo.

Vayamos aclarando este asunto, te leeré las letras pequeñas de este contrato que te ata a mis recuerdos.

En primera, una vez que estas dentro, no podrás irte, así pasen días, semanas, meses e inclusive años, no te marcharas. Siguiente, el que estés aquí no implica que tengas que perturbar mis días y noches, solo significa que estarás vivo en mis recuerdos. Siguiente, no me robaras el sueño ni las lagrimas, ni las risas, ni los buenos ratos que me tocan vivir, tendrás tu momento, quizá uno o dos minutos durante el día y unos mas en la noche, instantes de melancolía que nos serán eternos. Otro punto mas, con los recuerdos tengo, con los instantes vividos, buenos o malos, tengo suficiente, no pretendas querer hacer mas, ya eso se termino.

Que mas te puedo decir, los básico ya esta dicho y si tienes alguna duda, no dudes en quedarte con ella. Dentro de unas semanas formaras parte de mis recuerdos, de mi pasado. No seras mas que otra historia donde termine con el corazón roto. Un relato mas que algún día nadie preguntara. El libro se debió haber cerrado hace ya un par de meses atrás, pero hasta ahora tengo el valor de hacerlo, de quitar mi separador, cerrar el libro y guardarlo junto a los demás. Lo hojeare de vez en cuando, pero poco a poco el tiempo y la rutina hará que las visitas sean mas esporádicas. Si estas de acuerdo en que así sea, por favor, solo asiente amablemente y el trato quedara cerrado. Si hay algo que no te agrade, lo repito, no hay nada que pueda cambiar. Así es esto, así soy yo, así son mis recuerdos y aunque no te guste, ya eres parte de ellos, al haber compartido tiempo de mi vida contigo sabias que tarde o temprano esto iba a suceder. 

Me despido con una sonrisa, de esas que alguna vez llevaron tu nombre. 

Y recuerda, que yo te quería a pesar de todo, siempre lo hice, hasta hoy.

Alma, Suspiros que aguardan un 

nuevo nombre.